En esta ocasión voy a hablar de Red XXI, que es la principal responsable de que hayamos abierto este blog. Es verdad que no es la primera vez que lo sacamos a colación. Ya hablamos de ello en la reunión general de inicio de curso, y en la del año pasado para los de sexto. En realidad es algo que preparé para la revista del 50 aniversario, pero que la estrechez del espacio se las apañó para recortarlo.
Por otro lado, en el menú "Red XXI" de la web del cole tenéis una breve explicación y el acceso a los dos portales educativos que tenemos este año, Peñasquinto y Plataforma Eleven.
Nace del acuerdo que firmaron el Ministerio de Educación, la empresa estatal Red.es y las comunidades autónomas para implantar el programa Escuela 2.0 en los centros educativos de primaria y secundaria; en nuestra comunidad lo llamamos Red XXI EducaCyl Digital.
El programa pretende transformar todas las aulas del tercer ciclo de primaria y primer ciclo de ESO en aulas digitales, dotándolas de pizarras digitales, proyectores, portátiles para profesores y alumnos, y conexión a Internet. El programa también incluye la posibilidad de préstamo de los portátiles a los alumnos, formación del profesorado y creación de contenidos educativos, en un reto por adaptar la educación a la nueva sociedad en lugar de ir siempre muy por detrás de ésta. Solemos decir que si un profesor, no de hace cincuenta años, sino del XIX entrara en una de nuestras aulas, no tardaría en empezar a dar clase.
Supone una adaptación en todos los sentidos. Empezando por la adecuación de los espacios, buscando el modo de hacer un hueco a la pizarra digital sin desterrar la tradicional, intentando colgar el proyector a la distancia y altura adecuadas en un techo excesivamente alto, extendiendo cables hasta las aulas para conectar a Internet el armario de los portátiles. Luego viene la adaptación más importante y en la que aún estamos inmersos, la adaptación pedagógica. Educar con Escuela 2.0 implica, no solo un aprendizaje, sino un cambio sustancial en cuanto al papel del profesor. Ese rol que desempeñábamos hace cincuenta años, y aún más atrás en el tiempo y, que de alguna manera, nos resistimos a cambiar, de ser los transmisores de la información junto con el libro de texto, ha de dejar paso a ese guía que asesora al alumno en la búsqueda, selección y tratamiento de la información, que a la postre, será la que utilice para construir su propio conocimiento.
Los alumnos también tienen un reto muy importante, hacer del ordenador, lo que hasta ahora suponía un entretenimiento en un noventa por ciento del tiempo de uso, una herramienta más de trabajo. Esto supone en nuestros hijos un cambio de chip que les exige concentración, cuidado en la postura, atención, en definitiva, mayor esfuerzo. También han de entender que el aula deja de estar limitado por las cuatro paredes en las que trabajan durante cinco horas diarias, sino que se extiende allá donde disponga de un ordenador y conexión a Internet. Al no tener que depender de lo que le enseñe el profesor, cada uno trabaja a su propio ritmo y puede continuar después lo que empezó en clase.
Principalmente aporta inmediatez en el acceso a la información e integración en el aula. Deja de ser necesario hacer una excursión a la biblioteca o al aula de informática que, aparte del tiempo empleado, rompe el ritmo de la clase y se interpreta como algo extraordinario reduciendo la concentración del alumno. Sacar los portátiles del armario al principio de la clase o en un tiempo muerto y tenerlos listos para trabajar no se lleva más de cinco minutos, y el proyector está operativo en uno. La pizarra digital facilita la presentación de la información con imágenes más reales, animaciones y vídeos en cuestión de segundos; impensable en una pizarra tradicional.
La presentación de la información en entornos multimedia se adapta al estilo de aprendizaje de cada alumno, permitiendo el desarrollo de lo que Howard Gardner denominó inteligencias múltiples; lo que algunos aprenden mejor leyendo, otros lo hacen escuchando o mediante imágenes.
Otro papel importante lo desempeñan las modernas herramientas de Internet 2.0, que permiten colaborar en la construcción del propio aprendizaje, constructivismo social. Blogs, wikis, plataformas e-learning, incluso las redes sociales, ya desempeñan su función dentro del ámbito educativo.
En definitiva, Red XXI ha venido para quedarse e intentar mejorar el aprendizaje de nuestros hijos. Así pues, con todo el cariño del mundo hacia ese maestro del XIX, que tan bien enseñó a los que nos enseñaron a nosotros, tendrá a partir de ahora, más difícil desenvolverse en el aula del siglo XXI... o no.
Eso es lo que se ponía habitualmente cuando se creaba una página web por primera vez, en aquellos tiempos en que el uso de la tecnología era más complicado y hacer que esto se viera por el resto de la comunidad todo un logro.
Realmente esta no es nuestra primera incursión en Internet, llevamos bastante tiempo, pero sí que es el nacimiento de este blog del tercer ciclo de primaria. ¿Por qué hemos esperado tanto? Desde que llegó Red XXI al centro hemos estado dedicando mucho tiempo a familiarizarnos e integrar el proyecto en el centro, por lo que nuestro tiempo ha estado muy limitado.
En nuestros posts intentaremos poneros al día sobre lo que estamos haciendo en el centro, no solo con Red XXI, sino con todas las actividades que vayamos realizando.
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