PASA EL TIEMPO Y DEJA HUELLA
Quién te ha visto y quién te ve
barrio del Carmen querido,
que empezaste de la nada
sobre un terreno roquizo,
donde las hierbas brotaban
entre peñascos y riscos.
Aquellas casas sencillas
que con esfuerzo y con tino
hicieron de esta barriada
hoy un poblado extendido,
demuestra el duro afán
de personas con destino.
Aquí todos trabajan,
hombres, mujeres y niños,
transportando diariamente
agua, arena y ladrillos
para formar sus casitas
y tener propio cobijo.
Los colegios quedan lejos
y los padres a porfía
piden una escuela cerca
y así les fue concedida.
comienza en El Peñascal
que acoge niños y niñas
con carácter unitario
¡Graduada será un día!
más tarde surge el Colegio
que el público tanto ansía,
para albergar muchos niños
y prestar con alegría
la formación necesaria
para moverse en la vida.
El centro es "Calvo Sotelo"
y empieza con energía
con sólo doce secciones
que pronto duplicaría.
Es un centro populoso
que aumenta de día en día
con exceso de alumnado
faltándole allí cabida.
Las ampliaciones no bastan,
otras aulas se precisan
y aunque sean prefabricadas
cumplen misión grata y digna:
formar hombres y mujeres
de sana ciudadanía.
Mas...después de estos arreglos,
otra solución venía:
edificar nuevo centro
para expansión del que había;
se llama colegio "Eresma"
y está del barrio en la cima.
Se crean otras escuelas,
academias, guarderías,
Formación Profesional...
y todas con simpatía
encauzan a los alumnos
para ser hombres un día,
que den a la patria honor
y a Segovia pleitesía.
¡Es hermoso contemplar
cómo transcurre la vida!,
observando en sus afanes
a estas modestas familias,
que trabajan con anhelo
para conseguir su dicha
y ver triunfar a sus hijos
regalo de sus delicias.
Peñascal y la Colonia
de todos muy conocida,
se mueven como sabemos
con una vida muy sencilla
que acompaña a sus quehaceres
diversiones, chirimías,
en las fiestas que organizan
con la mayor alegría.
La parroquia une a las gentes
en grata paz y armonía
prestando siempre una ayuda
al que más lo necesita.
Actualmente se construye
otra parroquia cerquita,
porque el barrio va creciendo
y es algo que se precisa.
Segovia estará orgullosa
del avance que esto implica,
esperando más progreso
al paso que ella camina.
La gloria de una ciudad
depende del ciudadano
que no regatea esfuerzos
y presto tiende la mano
a enaltecer a su tierra
con honor y con trabajo.
La Noble y Leal Segovia
de aquellos tiempos lejanos
brillará como una estrella
con los destellos tan altos,
que honrarán por sus valores
a este pueblo segoviano.
MI COLE (María Cruz Velasco Nieva-1962)
Había olvidado mi época de colegio, hace tanto tiempo ...; recuerdo otros centros, otras gentes, otras épocas..., pero el colegio no.
Hace un par de semanas me dijo mi madre que se celebraba el 50 aniversario de la inauguración del Colegio "El Peñascal" (¿????), ah!, será el Calvo Sotelo, e inmediatamente vinieron los recuerdos a borbotones, nombres en los que no había vuelto a pensar, caras olvidadas, el frío en los pasillos, el olor de la leña de las estufas, los pupitres de madera, las fotografías de Franco y José Antonio, las distintas entradas para niñas (con sus babys blancos) y niños; las tardes de catecismo, de rosario (sigo siendo capaz de recordar los misterios y la letanía), de costura...Todavía conservo unas ¡sábanas!!!! que bordé en el colegio, cuando tenía nueve o diez años; hoy lo veo y me parece imposible haber dado tantas puntadas juntas sobre una tela blanca.
Eran "otros tiempos", más grises, más fríos, más pobres, y con más risas, en los que el colegio era el centro de nuestra vida; íbamos a clase con aquellos maestros y maestras tan altos, tan educados, y ¡cuánto sabían...!, con aquellos nombres, siempre precedidos del hoy perdido "don" o "doña". Había varios matrimonios: Don Fidel, el director y Doña Paulita, doña Esmeralda y Don Paco, Don Urbano y...
Las clases, los cuadernos de ortografía, el recreo precedido por el paso al comedor para tomar la leche de "los americanos" - no he vuelto a tomar leche en mi vida-, la comida y, cuando hacía mucho frío o llovía, nos llevaban al salón de actos y nos ponían películas del ¡ Gordo y el Flaco!.
El mes de mayo, con sus flores y sus rezos , la celebración de los "25 años de la Victoria" que empapeló los pasillos de todo el colegio con carteles propagandísticos y soflamas patrióticas - no fue hasta muchos años después que le di sentido a esta celebración-, las elecciones por el Tercio Familiar (¿qué es eso, papá?), las Navidades, con su villancicos y sus chrismas.
Todo eso me vino de repente, después de muchos, muchos años ... hablo del colegio donde fuimos los cuatro hermanos y tiempo después mis sobrinos...Me produjo una enorme ternura.
En el siguiente enlace podéis ver una presentación que contiene fotografías antiguas del barrio. Gracias por vuestras aportaciones.