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  • Pasa el tiempo y deja huella
    Escrito por Comisión 50 aniversario, sábado 18 de diciembre de 2010 , 21:27 hs , en 50 Aniversario

    En esta ocasión publicamos un poema escrito por doña Esmeralda V. Díez y que queremos compartir con todos.

     

    PASA EL TIEMPO Y DEJA HUELLA

    Quién te ha visto y quién te ve

    barrio del Carmen querido,

    que empezaste de la nada

    sobre un terreno roquizo,

    donde las hierbas brotaban

    entre peñascos y riscos.

     

    Aquellas casas sencillas

    que con esfuerzo y con tino

    hicieron de esta barriada

    hoy un poblado extendido,

    demuestra el duro afán

    de personas con destino.

     

    Aquí todos trabajan,

    hombres, mujeres y niños,

    transportando diariamente

    agua, arena y ladrillos

    para formar sus casitas

    y tener propio cobijo.

     

    Los colegios quedan lejos

    y los padres a porfía

    piden una escuela cerca

    y así les fue concedida.

    comienza en El Peñascal

    que acoge niños y niñas

     

    con carácter unitario

    ¡Graduada será un día!

    más tarde surge el Colegio

    que el público tanto ansía,

    para albergar muchos niños

    y prestar con alegría

    la formación necesaria

    para moverse en la vida.

     

    El centro es "Calvo Sotelo"

    y empieza con energía

    con sólo doce secciones

    que pronto duplicaría.

    Es un centro populoso

    que aumenta de día en día

    con exceso de alumnado

    faltándole allí cabida.

     

    Las ampliaciones no bastan,

    otras aulas se precisan

    y aunque sean prefabricadas

    cumplen misión grata y digna:

    formar hombres y mujeres

    de sana ciudadanía.

    Mas...después de estos arreglos,

    otra solución venía:

    edificar nuevo centro

    para expansión del que había;

    se llama colegio "Eresma"

    y está del barrio en la cima.

    Se crean otras escuelas,

    academias, guarderías,

    Formación Profesional...

    y todas con simpatía

    encauzan a los alumnos

    para ser hombres un día,

    que den a la patria honor

    y a Segovia pleitesía.

     

    ¡Es hermoso contemplar

    cómo transcurre la vida!,

    observando en sus afanes

    a estas modestas familias,

    que trabajan con anhelo

    para conseguir su dicha

    y ver triunfar a sus hijos

    regalo de sus delicias.

    Peñascal y la Colonia

    de todos muy conocida,

    se mueven como sabemos

    con una vida muy sencilla

    que acompaña a sus quehaceres

    diversiones, chirimías,

    en las fiestas que organizan

    con la mayor alegría.

     

    La parroquia une a las gentes

    en grata paz y armonía

    prestando siempre una ayuda

    al que más lo necesita.

    Actualmente se construye

    otra parroquia cerquita,

    porque el barrio va creciendo

    y es algo que se precisa.

     

    Segovia estará orgullosa

    del avance que esto implica,

    esperando más progreso

    al paso que ella camina.

     

    La gloria de una ciudad

    depende del ciudadano

    que no regatea esfuerzos

    y presto tiende la mano

    a enaltecer a su tierra

    con honor y con trabajo.

     

    La Noble y Leal Segovia

    de aquellos tiempos lejanos

    brillará como una estrella

    con los destellos tan altos,

    que honrarán por sus valores

    a este pueblo segoviano.

     

     

     

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  • El barrio de La Albuera y su evolución
    Escrito por Comisión 50 aniversario, sábado 18 de diciembre de 2010 , 21:02 hs , en 50 Aniversario

    Incluimos aquí parte de un artículo escrito por Don Francisco Nieto, maestro del colegio, que escribió con motivo del 25 aniversario de la puesta en marcha de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y en el que se hace referencia al origen del colegio. 

    Lo hacemos con el permiso de su mujer, doña Esmeralda V. Díez y de sus hijos. Sirva de homenaje a su trabajo y buen hacer.

     

    EL BARRIO DE LA ALBUERA Y SU EVOLUCIÓN

    Comenzaba la década de los cincuenta. El barrio de la Albuera estaba formado por dos pequeños núcleos de viviendas: El Peñascal y la Colonia Pascual Marín.

    El primero era un grupo de casas en cuyo interior se hallaban las calles del Prado con la Travesía del mismo nombre, calle del Parque y plaza de El Peñascal, circundadas por las calles de la Luz, calle del Campo, plaza de los Deportes con el campo de fútbol de El Peñascal y calle de la Huerta.

    El otro grupo de viviendas, la "Colonia Pascual Marín", debe su nombre al Gobernador que facilitó su construcción y ocupaba un rectángulo perfecto con una calle central que lleva el mismo nombre y dos paralelas a ésta, una a cada lado de ella, con nombre de reyes españoles: Enrique IV y Felipe II.

    .....

    Estos dos pequeños núcleos de población, con viviendas unifamiliares y hermosos patios, fueron el origen de esta populosa barriada de la Albuera.

    Habitadas estas viviendas se nombra un "Alcalde de Barrio" que ha de encargarse de llevar al Ayuntamiento las muchas inquietudes de estos vecinos, entre las que ocupa un lugar prioritario la necesidad de un centro de enseñanza que evite el desplazamiento de sus hijos a las Escuelas Graduadas de Domingo de Soto, Primo de Rivera o Santa Eulalia, que, con las Escuelas Unitarias de San Lorenzo, eran las entonces existentes en la ciudad.

    Una casa en construcción en la calle del Prado (hoy número 12) se habilita para este fin y durante el curso 1954-1955 se abre aquí la primera "tienda de enseñar" del barrio, consistente en dos escuelas unitarias (niños y niñas) en las que a la vez que se atendía a la formación cultural de los alumnos, se les proporcionaba un complemento alimenticio consistente en un vaso de leche a media mañana y un trozo de  queso o mantequilla por las tardes que procedía de los excedentes de origen estadounidense llegados a España en cumplimiento de los acuerdos firmados por ésta y los Estados Unidos en el año 1953.

    Un alumno de aquella época, con ocasión de un homenaje a su Maestro decía así:..."Somos hijos de la leche en polvo, de las legumbres y pan en abundancia, del chicharro. Somos los hijos de lo que había por hacer; somos parte de aquéllos que vimos a nuestros padres y nosotros mismos, construir su casa con las manos aradas por la acidez de la falta de costumbre tras sus largas horas de obrero sin cualificar..."

    Otro día con ocasión de lo mismo: "Con la imagen de aquellas mañanas de leche en polvo, antes del recreo, de aquellas tardes de mantequilla salada, casi sin pan y de aquella enciclopedia "Álvarez" sobre unos pupitres raídos y heredados..."

    La población escolar seguía en aumento y dos años más tarde, en la planta baja del mismo edificio se habilitan otras dos clases, una para niños y otra para niñas.

    Una segunda fase de construcción de viviendas va acercando al Peñascal con la "Colonia de Pascual Marín". Ésta llegó hasta la calle Pintor Herrera, mientras el Peñascal se extendía hasta la de Cronista Enríquez.

    En medio de estas dos calles, como broche de unión entre ambas, surge el Grupo Escolar "Calvo Sotelo" con doce secciones, seis de cada sexo, que muy pronto habían de verse pobladas con los alumnos procedentes de las cuatro clases de las primitivas escuelas unitarias de "El Peñascal".

    Llega el año 1961, y al comenzar éste, se procede, con gran nevada, al traslado de enseres y alumnos.

    Aquellos pupitres "raídos y heredados" aún seguirían prestando servicio, por algún tiempo, en las nuevas aulas del flamante Grupo Escolar.

    Los alumnos que poblaban las cuatro escuelas unitarias se reparten ahora entre doce maestros.

    ................

    La población escolar aumenta, siendo preciso habilitar rincones, cerrar las hermosas terrazas que daban al patio del colegio y los extremos de los pasillos para poder acoger a tan crecido número de alumnos.

    Ya en los setena se decía:

    Veinte somos en el grupo

    que dirige Don Fidel

    a ver si los voy nombrando

    y sale la cuenta bien:

    Mario, Urbano, Ignacio, Pedro

    Segundo, Jesús y Luis.

    Paulita, Pili , Esmeralda,

    Y ya van diez hasta aquí.

    María Luisa, Inés y Nati

    Ana y María José

    Emilia, también Paquita

    e Isidora Bernabé.

    Para completar los veinte

    como ya se deja ver,

    Falta el que escribe estos versos

    y el Director, D. Fidel.

    Así se sigue unos pocos años, hasta que de nuevo es preciso aumentar el número de puestos escolares para lo cual se instalan al lado del colegio media docena de aulas prefabricadas que acogen a más de cuatrocientos alumnos. El número de maestros asciende a cuarenta.  Se precisaba otro colegio. En la parte más alta del barrio, en el curso 1983-84, el nuevo colegio "El Eresma" da cabida a la mitad del total de alumnos y maestros del Colegio Nacional "Calvo Sotelo".

    Con esto las aulas prefabricadas dejan de cumplir la misión para las que en su día se instalaron. Algunas fueron trasladadas a otros lugares y las que quedan están dedicadas a muy distintos fines.

    .................

    Y esta barriada que comienza, por los cincuenta, con los dos pequeños grupos de esas casas es hoy el mayor de todos los barrios de Segovia, albergando una población no inferior a la quinta parte de la de toda la ciudad.


     

     

     

  • Cómo hemos cambiado- El colegio
    Escrito por Comisión 50 aniversario, jueves 16 de diciembre de 2010 , 23:42 hs , en 50 Aniversario

    Documental de RTVE sobre la evolución del colegio en los últimos 60 años.


  • Mi cole
    Escrito por Comisión 50 aniversario, jueves 16 de diciembre de 2010 , 23:35 hs , en 50 Aniversario

    MI COLE (María Cruz Velasco Nieva-1962)

    Había olvidado mi época de colegio, hace tanto tiempo ...; recuerdo otros centros, otras gentes, otras épocas..., pero el colegio no.

    Hace un par de semanas me dijo mi madre que se celebraba el 50 aniversario de la inauguración del Colegio "El Peñascal" (¿????), ah!, será el Calvo Sotelo, e inmediatamente vinieron los recuerdos a borbotones, nombres en los que no había vuelto a pensar, caras olvidadas, el frío en los pasillos, el olor de la leña de las estufas, los pupitres de madera, las fotografías de Franco y José Antonio, las distintas entradas  para  niñas (con sus babys blancos) y  niños; las tardes de catecismo, de rosario (sigo siendo capaz de recordar los misterios y la letanía), de costura...Todavía conservo unas ¡sábanas!!!! que bordé en el colegio, cuando tenía nueve o diez años; hoy lo veo y me parece imposible haber dado tantas puntadas juntas sobre una tela blanca.

    Eran "otros tiempos", más grises, más fríos, más pobres, y con más risas, en los que el colegio era el centro de nuestra vida; íbamos a clase con aquellos maestros y maestras tan altos, tan educados, y ¡cuánto sabían...!, con aquellos nombres, siempre precedidos del hoy perdido "don" o "doña". Había varios matrimonios: Don Fidel, el director y  Doña Paulita, doña Esmeralda y  Don Paco, Don Urbano y...

    Las clases, los cuadernos de ortografía, el recreo precedido por el paso al comedor para tomar la leche de "los americanos" - no he vuelto a tomar leche en mi vida-,  la comida y, cuando hacía mucho frío o llovía, nos llevaban al salón de actos y nos ponían películas del ¡ Gordo y el Flaco!.

     El mes de mayo, con sus flores y sus rezos , la celebración de los "25 años de la Victoria" que  empapeló los pasillos de todo el colegio con carteles propagandísticos y soflamas patrióticas - no fue hasta muchos años después que le di sentido a esta celebración-, las elecciones por el Tercio Familiar (¿qué es eso, papá?), las Navidades, con su villancicos y sus chrismas.

    Todo eso me vino de repente, después de muchos, muchos años ... hablo del colegio donde  fuimos los cuatro hermanos y tiempo después mis  sobrinos...Me produjo una enorme ternura.

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  • Presentación de fotos antiguas del barrio
    Escrito por Comisión 50 aniversario, viernes 17 de diciembre de 2010 , 17:43 hs , en 50 Aniversario

    En el siguiente enlace podéis ver una presentación que contiene fotografías antiguas del barrio. Gracias por vuestras aportaciones.

    Y en este enlace una noticia curiosa del año 1972:

    Campo de fútbol del Peñascal