Maestros
Escrito por Comisión 50 aniversario,
miércoles 4 de mayo de 2011 , 15:29 hs
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en 50 Aniversario
Parecía que se enfriaba la bitácora del 50 aniversario, pero no, seguimos añadiendo reflexiones y poemas que la enriquecen. Esta vez de una maestra, Carmen Truchado Pascual, que fue alumna del colegio "Calvo Sotelo". Gracias, Carmen, por reavivar este espacio y enhorabuena por la calidad de tu aportación.
MAESTROS
En estos tiempos de cambios importantes (en realidad todos los tiempos son cambiantes y todos los cambios importan) En estos tiempos nuestros de aplicación masiva de las nuevas tecnologías a la enseñanza en la escuela, donde los ordenadores se van haciendo un sitio cada vez más notable entre los cuadernos y lapiceros y las pizarras digitales van sustituyendo poco a poco a los negros encerados y las tizas blancas.
Ahora y siempre, independientemente de la filosofía o política imperante, el maestro siente que su vocación le lleva a realizar una doble tarea, la de mantener la tradición y la de abrir camino al futuro; memoria y creación, raíces y alas. Y todo ello despertando el gusto del alumno por saber, por conocer.
Difícil tarea. Y a veces se consigue y a veces no, pero hay que continuar. Por vocación. Por esa llamada interior, ese impulso a compartir el saber, el deseo de saber, la ilusión por aprender, por esforzarse, por el amor al trabajo, al trabajo bien hecho...
Por todo ello y dedicado a todos los que en un momento u otro son maestros, aunque sea de modo no intencional, el poema titulado, como esta breve reseña, "Maestros". Con cariño y orgullo de pertenecer a esta profesión y como recuerdo de los años que estudié en el colegio Calvo Sotelo.
MAESTROS
A todos mis maestros
-pasados, presentes y futuros-
En un mundo de caos y estridencia,
de prisas, de oropel y desmesura
ves personas nadar contra corriente
en aguas torrenciales. Día a día.
Visten aire común pero sus frentes
lucen blancas de tiza y esperanza.
Pacientes, esforzados, con entrega
reparten su legado a manos llenas:
tiempo dan a quien no le pone precio;
ejemplo, voluntad y cercanía.
Responden a la par que se interrogan,
abren puertas, propician la amistad,
enseñan a entregarse y expresarse
sin miedo, a caminar con paso firme,
enseñan que en la vida hay unas normas
que cumplir mas ayudan a afrontarlas.
Enseñan que hay que dar y recibir
con alma agradecida y generosa;
a ser al compartir, a perdonar,
pedir perdón, soñar, a ser sinceros.
Enseñan a sentir como a pensar,
ser sensibles aun siendo vulnerables;
a construir caminos, puentes, vados
del yo al nosotros, juntos, derribando
barreras de silencio y soledad.
Asidas de sus manos tantas manos
aprenden a saber jugando, a ver.
Aprenden comprendiendo que a saber
se llega simplemente con mirar
el mundo con sorpresa diariamente.
(Carmen Truchado Pascual)
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