Queridos compañeros
Escrito por Comisión 50 aniversario, sábado 5 de febrero de 2011 , 21:15 hs , en 50 Aniversario

En este caso la maestra que nos ha enviado este artículo es una maestra de épocas muy recientes. Le agradecemos el artículo y su trabajo impecable en el centro los años que tuvimos la suerte de que formara parte de la plantilla. Gracias, María Jesús.

P.D. ¿Qué es eso de "vuestro" colegio? siempre será tu colegio...

Queridos compañeros del colegio El Peñascal:

 Con motivo del cincuenta aniversario, estáis recibiendo escritos  de antiguos alumnos que hurgan en los buenos recuerdos de su  infancia y traen a la memoria anécdotas entrañables que forman parte de la infancia de muchos de nosotros y que a todos nos tocan las fibras sensibles.

Yo no tengo que retroceder mucho en el tiempo; formo parte de la historia reciente del colegio. He formado parte del claustro de profesores durante nueve años, el último,  el curso pasado, cuando todavía no habíais estrenado el nuevo colegio, cuando teníamos que "soportar" la incomodidad de la obra , cuando apenas cabíamos en las aulas y cuando encontrar sitio  para determinadas actividades de desdoble o reuniones era casi una aventura. Pues bien, os felicito por lo estupendamente bien que ha quedado el colegio, tanto el nuevo como el antiguo y por el buen gusto con que habéis decorado ambos para la ocasión.

            Aunque mis recuerdos son recientes, el Colegio El Peñascal forma parte de mi historia profesional y personal y también me he parado a reflexionar sobre cómo he pasado estos años en el centro. Después de veintiséis años de docencia en distintas etapas  educativas (nueve de ellos en el Peñascal)  tengo el convencimiento de que  "aprender no es sólo cosa de niños" por lo que, todavía, sigo aprendiendo  día a día, y ya no tanto de los libros como de las personas. Se aprende mucho observando a los niños y también a los compañeros maestros y en vuestro colegio he aprendido mucho  y bien de mis compañeros.

Todo el mundo sabe aquello de que "cada maestrillo tiene su librillo" y "mi librillo" se ha ido escribiendo con altas dosis de paciencia, de afecto y respeto por mis alumnos, de seriedad en la tarea diaria, disciplina, constancia  y más y más paciencia y tener la satisfacción del trabajo bien hecho. En "mi librillo" he ido apuntando las experiencias de compañeros que he incorporado a mi forma de trabajo, consejos, el buen saber hacer y buenos resultados compartidos con buenos maestros como vosotros.

La primera impresión que tuve al iniciar mi primer curso en el centro bilingüe como profesora de inglés creo que coincide con la que sienten todos los nuevos de inglés cuando eres consciente de que no eres "la profesora de inglés" típica y tópica de los colegios por los que has trabajado anteriormente, sino que eres "profesora en inglés".  Y que desde ahora sólo te falta "respirar en inglés" si se pudiera. Te aprendes un repertorio de cuentos, canciones, que a veces inventas y pones la letra que te conviene a la música que te sabes, lees los cuentos de inglés al revés para que a la vez los vean tus niños que están delante, corriges en inglés y cuando  se llevan una regañina se la llevan en inglés y lo entienden; juegas en inglés, decoras pasillos y paredes con temas e historias que te llegan a parecer cotidianos y habituales, te aprendes mil y un juegos que no tenías en tu repertorio de clásica gramática inglesa .  Y pasas de la sorpresa  a la preocupación y luego te pones manos a la obra y vas viendo que el trabajo diario va saliendo adelante y tus compañeras  te ayudan y te animan y te cuentan que su experiencia primera fue parecida o con menos medios y materiales que los que ahora tú tienes. Y, en seguida,  sientes que todo está controlado y organizado y cuando cada curso nuevo llegan más compañeros  de inglés y notas su preocupación y ahora eres tú quien les infundes confianza y les ofreces tu ayuda y les intentas contagiar ilusión y confianza en el proyecto bilingüe.

Porque desde el primer día que llegué hasta el último sentí que formaba parte de un equipo en el sentido más amplio de la palabra y constantemente me contagiabais  ilusión por el proyecto bilingüe , por la elaboración y manejo de materiales nuevos , por actualizar objetivos, programaciones...

Mi reconocimiento y gratitud a vuestro trabajo, especialmente a los pioneros que tuvieron que "inventarse la forma y manera de sacar un proyecto bilingüe adelante" con la única ayuda de su trabajo e imaginación. Trabajasteis duro y fuisteis haciendo un camino para los que llegamos después. Y lo  habéis conseguido, el proyecto bilingüe está firmemente consolidado y espero haber realizado mi pequeña aportación al mismo. Ahí tenéis la demanda de  matrícula, y  la ampliación del colegio.

No sólo menciono a mis compañeros de inglés. Con los compañeros de las áreas de español que he trabajado codo con codo en el ciclo y en las cotutorías hemos  tenido una coordinación y una sintonía casi perfectas. 

También mi reconocimiento a los padres de mis alumnos  de  los últimos ocho cursos porque cuando en la primera reunión les pedía colaboración,  entendida como "apoyo desde casa a mi trabajo en el aula"  y reforzamiento de los valores y actitudes, y a mi sistema de trabajo, lo han cumplido y nos hemos dado cuenta todos de que el éxito de nuestros hijos y alumnos depende más de la colaboración que de la división. Cuando el niño no ve rendijas por las que escabullirse porque padres y maestros van en la misma dirección, el niño cumple lo que se espera de él y casi siempre lo hace satisfecho.

Y de  mis alumnos no podré olvidar su vitalidad, sus caras de asombro cuando escuchaban historias, su impaciencia por empezar, por acabar, por hacer un trabajo manual, por participar en los juegos, porque llegue el día de la excursión, o del teatro, su entusiasmo con las canciones y las poesías, su emoción con los buenos resultados, sus dibujos y regalos cuando te separas de ellos, aunque sea en vacaciones,  y su cariño y su afecto incluso cuando ya no eres su "profe" y te ven en el patio o por los pasillos. Sería tan deseable que conservaran  la ilusión por aprender que tienen en los primeros cursos de primaria.

Bueno compañeros, ya no vamos a bordo del mismo barco,  comencé un nueva singladura y vuelvo a ser la "profe" nueva en otro centro, a explorar e iniciarme en una forma de enseñanza-aprendizaje diferente a toda mi experiencia anterior. Mis alumnos actuales no vienen a aprender porque les obliga una ley orgánica sino porque lo deciden ellos mismos y porque "aprender no es sólo cosa de niños"  y tener un alumnado que  venga libre y voluntario  me parece el principio y la esencia del aprendizaje.  

Vuestra ex compañera

María Jesús González Aranda

Ex profesora del Colegio El Peñascal

Cursos 1992-93 y 2002-2010

 

 

 

 



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